El mejor acierto para estas fechas
Salta a la vista toda la ternura que reflejan
las campañas navideñas y no es casualidad, de hecho, nada dentro del
marketing lo es. Hay estudios que demuestran que
las marcas que utilizan
las emociones consiguen quedarse en la memoria a largo plazo, y nos ayuda tanto para influir en la
decisión de compra como para
fidelizar. Tratándose de estas fechas con tanta importancia y espíritu, las empresas buscan
estrategias que vendan sensaciones y sentimientos. Aquí es donde entra en juego el
Marketing Emocional.
Como ejemplo de
marketing emocional podemos nombrar
el spot navideño que lanzó IKEA en 2014. En este anuncio, se muestra los resultados de un experimento que realizaron con 10 familias reales donde los niños nos enseñan lo que realmente querían para
Navidad.
Para este año y en la misma línea de
IKEA, tenemos el
spot navideño de los
juguetes famosas
Cabe destacar que este
spot ha creado cierta controversia, ya que nos muestra lo rápido que crecen los niños y con ello ciertas imágenes propias de la adolescencia. Aun así, estos son dos ejemplos claros de
concienciación sobre la importancia del juego entre padres e hijos.
Una de
las marcas pioneras en marketing emocional es, como no,
Coca-Cola. Han logrado que sus clientes sientan la marca como algo propio y necesiten ser parte de ella. Gracias al esfuerzo comunicativo y al
marketing emocional,
Coca-Cola se distingue de los demás como sinónimo de
felicidad. Es una marca que no deja de sorprendernos y es que, a pesar de haber cambiado su
slogan, con su
campaña navideña nos cautiva y nos vuelve hacer partícipes al mismo tiempo. Juzgar por vosotros mismos el último
spot de uno de los grandes en
marketing emocional: