La situación económica se ha visto afectada en los últimos meses. Tras los efectos de la pandemia y el contexto creado por la guerra en Ucrania han hecho que los precios se disparen, dando lugar a una subida de costes.
La vida de los consumidore está influenciada por lo que ocurre en la economía y la escalada de precios está llevando a que se tomen nuevas decisiones de consumo. Buscar la marca con el precio más bajo o cruzar datos de precios por marcas y puntos de ventas se ha convertido en algo consumidores tienen interiorizados con patrones a cumplir.
Para las marcas entrar en guerra por se la más barata puede tener consecuencias muy negativas para la posición que ocupan en el mercado, lo que produzca una pérdida considerable en el margen de beneficios y ventas.
Entonces, ¿qué solución hay al problema?, ¿existe alguna solución, para que los consumidores sigan apostando, a pesar de todo, por una marca o producto sin disminuir en gran medida su coste?
Una marca única y diferenciada
La clave está en la propia identidad de la marca, una buena estrategia de branding ayudará a tener una buena identidad. Lograr diferenciarse en el mercado lleva a que los consumidores también perciban a la compañía de una manera distinta en cuanto a las decisiones de compra. Si quieres una marca específica, es muy posible que el precio te afecte menos a la hora de tomar una decisión. Por lo tanto, el poder del branding se podría convertir así en un factor diferencial que lo cambia todo para las compañías y sus productos en una situación complicada producida por las crisis económicas constantes.
La diferenciación de marca es un activo efectivo para lograr reducir el impacto de la sensibilidad de los consumidores antes del precio.
Los consumidores estarán dispuestos a pagar más por aquellas marcas cuya imagen es diferenciada y única. Hay una fuerte relación entre la disposición a pagar y lo única que es una marca. Cuanto mayor sea su diferencia, es decir, cuanto más única sea la marca, el consumidor aceptará mejor sus precios.
Contar con una imagen de marca potente, esa que lleva a los consumidores a que paguen más, también supondrá una diferenciación en el mercado. Será más difícil que la competencia ofrezca lo mismo, porque copiar se volverá más difícil. No es fácil ser Apple, ya que tiene su marca es única y no se podrá repetir sus productos sin que los consumidores se den cuenta.
La clave: el branding
Para lograr diferenciarse y posicionarse en el mercado, las marcas tendrán que centrarse y ejecutar una eficiente estrategia de branding. No solo hay que diseñar una marca con una identidad propia y diferenciada, también habrá que conseguir que los consumidores la entiendan y la aprecien, así como que la recuerden. Para ello, la publicidad será un factor fundamental, las campañas bien organizadas y ejecutadas, que logren un elevado recuerdo, conseguirán asentarse en el mercado con sus principios y valores, por lo que los consumidores las recordarán y elegirán frente a la competencia.
Para diseñar y llevar a cabo una estrategia de branding es importante contar con conocimiento sobre los componentes más importantes: objetivo, consistencia, emoción, flexibilidad, participación de los empleados, lealtad y reconocimiento de la competencia. De no contar con los conocimientos, será de gran ayuda contar con un equipo de especialistas en branding para diseñar y ejecutar la estrategia y conseguir que tu marca o entidad alcance la importancia y popularidad en el mercado.
